El bombardeo alcanzó zonas del norte y centro del país, incluyendo Haifa, Gush Dan y Beersheba. Se estima que entre 20 y 25 misiles fueron disparados, de los cuales seis impactaron en territorio israelí. Haifa fue la más afectada.

En esa ciudad, un joven de 16 años y un hombre de 40 resultaron gravemente heridos por metralla, mientras que un hombre de 54 años también sufrió lesiones de consideración. Otros 14 heridos fueron atendidos en hospitales locales por lesiones leves.


La única víctima fatal fue una mujer de 51 años, quien sufrió un ataque cardíaco mientras se refugiaba en un búnker en la ciudad de Carmiel.


Uno de los misiles alcanzó la mezquita Al Jarina en Haifa, hiriendo a varios clérigos musulmanes. El presidente israelí, Isaac Herzog, denunció que el ataque “busca matar israelíes de todas las religiones” y aseguró que defenderán “a todos, incluidos los musulmanes”.
El Ejército activó la alarma poco antes de las 14:30 (hora local española), y la levantó media hora después.
Según cifras oficiales, los ataques iraníes desde el inicio del conflicto ya provocaron 24 muertos y más de 1.200 heridos en Israel. Irán, por su parte, afirmó que esta fue su “decimoséptima oleada de misiles” y aseguró haber apuntado a bases militares como Nevatim y Hatzerim.
“El impacto en Tel Aviv, Haifa y Beersheba demuestra la precisión de nuestro poder ofensivo”, declaró la Guardia Revolucionaria iraní.
El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, acusó a Irán de cometer “crímenes de guerra” al atacar civiles musulmanes, cristianos y judíos. También Herzog lamentó el impacto en Haifa, “una ciudad símbolo de convivencia entre religiones”.
Uno de los misiles también dañó la guardería Colel Chabad en Beersheba, ciudad que ya había sido atacada el jueves, cuando otro proyectil impactó cerca del hospital Soroka sin dejar víctimas fatales.