“Creo que habría sido una situación muy mala. Ahora va en la dirección correcta”, expresó el mandatario republicano, quien destacó que espera contar con el respaldo del gobernador de California, Gavin Newsom, a quien señaló como “gran beneficiario si se solucionan sus problemas”.

La crisis generó un nuevo enfrentamiento entre el gobierno federal y las autoridades californianas. Este lunes, el estado de California demandó a la Administración Trump por considerar ilegal el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles, que se realizó sin el consentimiento de Newsom. Según las autoridades locales, es la primera vez desde 1965 que se toma una medida de ese tipo sin autorización del gobernador.


Por su parte, Newsom acusó a Trump de provocar una “crisis artificial” en el estado y respondió con ironía a las amenazas de arresto que surgieron desde Washington. “Que me arreste si quiere”, desafió, luego de que Tom Homan, asesor presidencial conocido como el “zar de la frontera”, señalara que tanto él como la alcaldesa de Los Ángeles podrían ser detenidos si bloqueaban las políticas migratorias federales.


Sin embargo, Homan intentó aclarar sus dichos y negó que haya planes concretos para arrestar al gobernador. En diálogo con Fox News, explicó: “No estamos discutiendo el arresto de Newsom”, aunque advirtió que la Casa Blanca no tolerará intentos de frenar la aplicación de la ley migratoria.