El volcán Etna, ubicado en la isla italiana de Sicilia, entró en erupción este lunes y sorprendió a cientos de turistas. La actividad volcánica generó flujos de lava, gases, temblores y una nube de cenizas que alcanzó los 6.400 metros de altura.

Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), la erupción comenzó durante la madrugada a unos 2.800 metros de altura, con características explosivas de energía moderada. Ante la emisión de cenizas, el Centro de Aviso de Cenizas Volcánicas de Toulouse emitió una alerta roja para la aviación, aunque el aeropuerto de Catania sigue operando con normalidad.


Las autoridades locales reforzaron las recomendaciones de seguridad, especialmente para los turistas, luego de que en los últimos días varios resultaran heridos por acercarse a zonas restringidas. Se pidió a la población mantenerse alejada de los flujos de lava.


El Etna es uno de los volcanes más activos del mundo. Su historia eruptiva documentada supera los 2.500 años, y su origen geológico se estima en medio millón de años. Mencionado por autores clásicos como Tucídides y Virgilio, también formó parte de la mitología griega como hogar del dios Hefesto.
A pesar del riesgo constante, el volcán ha sido habitado desde tiempos antiguos gracias a la fertilidad de sus suelos, utilizados para cultivos como la vid, el olivo y los cítricos.