Una fuerte explosión sacudió este martes una planta química en la ciudad de Gaomi, en la provincia china de Shandong, dejando al menos cinco muertos, seis personas desaparecidas y 19 heridos leves, según informó la agencia estatal Xinhua. El incidente generó un gran incendio y una densa nube de humo visible a kilómetros, mientras se investigan las causas del siniestro.

La detonación se produjo al mediodía (hora local) en las instalaciones de la empresa Shandong Youdao Chemical, dedicada a la producción de pesticidas de baja toxicidad. El complejo, ubicado a unos 450 kilómetros al sureste de Pekín, ocupa un predio de casi 50 hectáreas y emplea a unos 300 trabajadores.





Más de 200 rescatistas y cerca de 50 vehículos de emergencia fueron desplegados en la zona por el Ministerio de Situaciones de Emergencia para controlar las llamas y buscar sobrevivientes. Las autoridades pidieron confirmar el número total de víctimas y sofocar el fuego lo antes posible.
Videos difundidos en redes como Douyin y medios como Xinjingbao mostraron una enorme columna de humo gris y negro elevándose desde la zona industrial. Imágenes captadas por drones y publicadas por The Beijing News revelaron también daños colaterales, como ventanas arrancadas por la onda expansiva e incendios en edificios cercanos.
Como medida preventiva, la Oficina de Medio Ambiente Ecológico de Weifang envió técnicos para analizar los efectos del siniestro. Aún no se difundieron resultados. Mientras tanto, se recomendó a los vecinos usar mascarillas ante posibles emisiones tóxicas.
El episodio reaviva las críticas al historial de seguridad industrial en China, marcado por numerosos accidentes. El más grave ocurrió en 2015 en Tianjin, donde una serie de explosiones en un almacén de productos químicos dejó 173 muertos, más de 700 heridos y una grave crisis de confianza en las políticas de seguridad.
En ese caso, el epicentro fue un depósito operado ilegalmente por Ruihai Logistics, que almacenaba más de 700 toneladas de sustancias peligrosas como nitrato de amonio, cianuro de sodio y nitrato de potasio. La segunda explosión fue tan potente que equivalió a 21 toneladas de TNT, y generó una bola de fuego visible a kilómetros.
Las instalaciones estaban a menos de 600 metros de zonas residenciales y el fuego se prolongó por varios días. Entre las víctimas hubo más de un centenar de bomberos y policías. La magnitud del desastre llevó al gobierno chino a lanzar una operación de contención: más de 20 personas fueron arrestadas por corrupción, falsificación de permisos y negligencia, y se ordenó una revisión nacional del manejo de materiales peligrosos.