Acompañado por el jefe de la Policía, Andrés García, y otras autoridades, Iturrioz explicó que se investigaron dos casos puntuales mediante el análisis de cámaras de seguridad y toma de testimonios, sin hallar evidencia objetiva que respalde las denuncias. “No hay pruebas que sustenten los hechos”, aseguró.

El funcionario remarcó la importancia de actuar con responsabilidad social al momento de denunciar y señaló que presentar información falsa puede constituir un delito. Además, expresó su preocupación por el origen de las versiones, que circularon inicialmente en redes sociales, generando alarma pública.





Uno de los casos señalaba un supuesto intento de secuestro de un bebé en el Hospital Regional. Sin embargo, la denuncia fue radicada 48 horas después de la difusión en redes y, tras revisar las cámaras y corroborar las historias clínicas, se concluyó que no hubo ninguna situación irregular. La camioneta considerada sospechosa pertenecía a personal médico del hospital.
El segundo caso involucraba a un adolescente que aseguró haber sido obligado a subir a una camioneta y luego liberado. No obstante, la policía comprobó que no estuvo en los lugares que mencionó y no se hallaron testigos ni imágenes que avalaran su versión. Incluso, la persona de la vivienda donde dijo haber permanecido negó su presencia.
Iturrioz reiteró que este tipo de denuncias falsas no solo afectan el trabajo judicial, sino que desvían recursos de investigaciones reales y generan temor injustificado. Enfatizó la necesidad de acudir directamente a la policía ante hechos graves y llamó a evitar la difusión irresponsable de rumores en redes sociales.