Los puntos de vista varían según desde donde se mire. No es igual observar la altura de un árbol de 20 metros desde la base, que mirarlo desde las alturas.

La opinión de la misma imagen cambia. Y en consecuencia, las acciones sobre esa misma observación, también serán distinta.





La metamorfosis de la Liga de Fútbol en estos últimos cinco meses es profunda. Todo cambió. O se sigue intentando cambiar. El infortunio es que la variación tiene más oscuros que claros.
Este fin de semana no habrá fútbol oficial. La incertidumbre agonizó hasta este viernes por la noche, más precisamente hasta las 20.40 cuando se filtró el comunicado hacia los clubes que indicaba que si bien hubo acuerdo administrativo y económico con la Asociación de Arbitros Independientes, ya no había tiempo para organizar programación alguna.
Desafortunadamente, entre los cambios, se nota que se va atrás del problema, sin previsión de lo que puede llegar a suceder. Si el conflicto con los árbitros se hubiera encarado con el tiempo aconsejable, el fútbol no estaría detenido.
No sirve escudarse en la lluvia, como buscando excusas para mitigar las acciones erróneas. No se suspende por condiciones climáticas, se suspende por la ausencia de gestión certera para clarificar un tema de vieja data.
Pero este mal paso se agrega a otros. Como lo que sucede con la negación de ser parte de un torneo nacional de selecciones de Ligas, aduciendo no tener respaldo económico para ser parte. ¿Y la promesa de los recursos privados, bastión con el que se arrimaron votos en la Asamblea de diciembre pasado?. Votos representados por presencias ajenas al mundo del fútbol.
Desestimando participar, la Liga de Fútbol se aparta del Consejo Federal de AFA, le da la espalda en esta organización que reúne a más de 75 ligas argentinas que participarán de la Copa País.
Si ya vemos desde lejos a la Liga del Valle y sus representaciones regionales y nacionales, con actitudes de esta índole, se da letra al ostracismo más pronunciado. Se sale definitivamente del mapa competitivo que se prometió retomar.
Mirar todo desde un prisma elevado no da pautas de estar cercano a la realidad. Y si además se le adosa desinformación encapsulada en el capricho, todo junto hace hace un combo con mucho perjuicio, como si fuera hasta un desprecio por lo que se afirma querer mejorar.
Alejandro Carrizo
(Publicado en Fútbol Comodorense)