En el marco de las políticas que lleva adelante el intendente Othar Macharashvili para fortalecer la soberanía alimentaria y la diversificación económica, la Agencia Comodoro Conocimiento inició la temporada de cosecha de olivos para la extracción de aceite. La misma, comenzó en dos espacios públicos emblemáticos de la ciudad, el Parque Saavedra y la Curva del Papa, mientras que, durante dos meses, se incorporarán las cosechas de alrededor de 20 productores privados para sumarse a la extracción de aceite de oliva producido con sello local.

Este hito se enmarca en una política pública que busca potenciar cultivos adaptados al clima de la región, generar valor agregado y fomentar la producción como herramienta de desarrollo. Si bien el olivo es una planta resistente y adaptable a la Patagonia, se inicia un proceso de estudios genéticos e identificación de varietales y análisis de productividad.





Sobre el tema, presidente de la Agencia Comodoro Conocimiento, Rubén Zárate, destacó que “este es un paso estratégico en la generación de nuevas inversiones basadas en la identidad territorial, que se benefician además del alto precio del aceite de oliva con denominación de origen patagónico. Estamos construyendo capacidades técnicas y comunitarias que permiten que Comodoro no solo produzca, sino que transforme sus propios recursos”.
En esa línea, esta semana, en la Sala de Elaboración de la Agencia, se puso en marcha una almazara que puede procesar hasta 50 kilos de aceitunas por hora. Esta herramienta, que se encuentra a disposición de todos los productores privados previamente registrados, permite obtener aceite de oliva extra virgen y representa una inversión significativa para el entramado productivo comodorense.
Al respecto, Zárate afirmó que la adquisición e implementación de la almazara “no solo aporta tecnología, sino que democratiza el acceso a procesos de valor agregado, permitiendo que productores locales participen activamente en la cadena del aceite de oliva”.
Calidad garantizada desde la tierra hasta la mesa
Por su parte, la responsable del Programa de Seguridad Alimentaria, Daniela Bayo, explicó que “el aceite será sometido a pruebas de acidez y a análisis físico-químicos y organolépticos para evaluar su aroma, textura, sabor, color y composición. Además, estas pruebas permitirán determinar con mayor precisión la variedad genética de los olivos comodorenses».
“Es una enorme satisfacción ver cómo este proyecto empieza a dar frutos y la almazara es una herramienta que amplía posibilidades porque cualquier vecino o vecina que cultive olivos puede ahora convertir ese esfuerzo en un producto de altísima calidad, con respaldo técnico y sanitario”, destacó Bayo, agregando que “productores de otras localidades de la provincia nos han comenzado a llamar para utilizar la maquinaria y aplicar el protocolo de calidad de la Agencia”.
Este avance reafirma que Comodoro tiene un futuro fértil para la producción local como una vía concreta para sembrar nuevas oportunidades y construir un nuevo modelo de desarrollo productivo de base agroecológico, generando un valor agregado significativo para los inversores, asegurando el máximo nivel de competitividad.